lunes, septiembre 1, 2025 | Música
Green Day – Un día que duró más de 31 años.
Imagínese esto:
Un día soleado en el mes cualquiera del año 2001, en Colombia. En una ciudad pequeña, donde no pasaba mucho y lo mejor del día era el momento en el que podía encender el televisor para ver MTV.
Ese no fue un día normal. De repente empezó una melodía amigable, casi conocida, guitarra acústica que daba paso a un ruido de instrumentos y voz, una canción pegajosa e impresionante para una niña de 7 años.
Esa niña era yo, la canción Minority, la banda, Green Day.
Muchos pueden decir: “¿Quién recuerda algo a los 7 años?”
Y yo les respondo: Un video así no se olvida jamás. El Macy’s Day Parade más divertido que alguien podría ver. Unas figuras enormes que decían “F#ck you” a todas partes. Yo los amé. Desde el primer minuto.
De ahí comenzó un amor enorme por la música de esa banda, y creo que por la música en general. Debo decir que debo mucho a MTV por la educación musical que recibí (sexual también, gracias Madonna) y desde ese año seguí la pista de esta banda. Si están leyendo este artículo es porque tal vez la conozcan, gringos, californianos, de Berkley, de la escena punk de mediados de los 80, toda esa info la encuentran en Wikipedia o con Chat GPT, en fin. Como les venía contando, desde ese video y esa canción estuve tratando de encontrar algo como lo que había escuchado antes, y me crucé de casualidad con Basket Case y Longview, y esto pasó únicamente porque las pasaban en la emisora local, ya saben, antes no había el acceso tan inmediato y fácil que tenemos hoy en día a la música, y yo tenía 7 tiernos añitos…
Tres años después lanzan el American Idiot y el mundo colapsa. Literal, desde ese 2001 al 2004 pasaron tantas cosas en el mundo como el 9-11 y el surgimiento del internet como boom, y obvio, paso a tener 10-11 años, me creía enorme. Ese álbum marcó un antes y un después en mi vida. Acompañó mi etapa pre adolescente rebelde con mi mejor amiga, con ella escuchábamos ese álbum, nos aprendimos todas las canciones, hasta celebramos alguna vez el cumpleaños de Billie Joe Armstrong porque era nuestro amor y nuestro ídolo.
Pocos años más tarde amiga sufrió una pérdida inimaginable y tuvo que irse de la ciudad, el American Idiot fue el soundtrack también de esa despedida y de mi primera tusa de amistad.
Ella como regalo me dejó el International Superhits! Y nuestra canción siempre fue Poprocks & Coke. Gracias Angelita.
De Green Day hay tantas historias como éxitos, y verlos en vivo fue algo para lo que había estado preparada toda la vida.
Un setlist soñado que comenzó con dos canciones muy conocidas que siempre han tocado en sus giras: Bohemian Rhapsody y Bliktzrieg Bop. Luego siguió el famoso intro en el que mezclaron “La Marcha Imperial” de Star Wars, “Blitzkrieg Bop”, “We Will Rock You” y “I Love Rock ‘n’ Roll” en una sola sinfonía, ahí ya todo el público estaba totalmente emocionado y dispuesto a darla toda, en ese momento la lluvia comenzó a intensificarse y en lugar de apagarnos, nos encendió.
American Idiot comenzó y nos devolvimos 20 años. Creo que jamás en mi vida había gritado tanto. Era el concierto que había esperado toda mi vida.
Después fue el momento para Holiday, una canción que recuerdo haber cantado en el gimnasio del colegio (por allá en el 2005), mientras mis amigas me grababan y hasta les bailé. Es el día en el que no sé quién tiene ese video.
Comezó Know Your Enemy y Billie Joe subió a una fan que estaba en primera fila, y yo solo podía pensar: ¿cuánto tiempo estuvo haciendo fila esa chica? ¿será que fue de las que durmieron afuera del Vive Claro? Definitivamente merecía estar en ese escenario y vivir ese momento.
Luego fue el momento para Boulevard of Broken Dreams, momento muy emocional porque justo comenzó a llover más duro y eso tiñó el concierto con una nostalgia y melancolía que recordaba a esos sueños que por alguna u otra razón se nos habían escapado.
Ahí fue momento para One Eyed Bastard, éxito de su más reciente álbum y aunque yo (sinceramente) no conocía me lo disfruté como las otras canciones de su repertorio.
A continuación, fue el momento top para los fans más acérrimos de Green Day, porque tocaron una canción de su álbum Nimrod: The Grouch. Una canción con la que muchos nos sentimos identificados a veces, y que hace parte de ese ritual conocido donde tocan una canción no tan conocida o “comercial” en cada uno de sus conciertos, lo que nos hace preguntarnos siempre: ¿Cuál será la próxima? En el caso de Perú fue Redundant que es una de mis favoritas.
Y le siguió una de las canciones que más amamos y que tiene una de las líneas de bajo más deliciosas de toda la música: Longview. Fue como devolvernos al colegio, a las tardes viendo Daria y los 10+ de MTV.
Inmediatamente siguió Welcome to Paradise, que es otro éxito muy conocido de ellos de esa época, que no cantamos, GRITAMOS.
Después siguieron con Hitchin’ a Ride y la multitud estaba loca. El agua nos había empapado y los pogos estaban por todas partes.
Luego fue el turno de Missing You, de su álbum Tré, una canción hermosa.
Aquí sabíamos que el setlist iba a estar viajando en desorden por toda su discografía y que cualquier cosa podría pasar.
Brain Stew nos cayó de maravilla porque necesitábamos un aire para lo que seguría después: St. Jimmy. Aquí creo que el público se enloqueció totalmente, y la lluvia no nos daba descanso, pero de alguna manera nos hizo más fuertes y nos alentaba a seguir saltando y gritando.
Después la noche se tornó un poco más tranquila con Dilemma y 21 Guns, que son más slow, pero que igualmente gritamos y bailamos.
Después vendría un bloque de clásicos, entre esos Minority, mi primera canción de MTV. Mil recuerdos, historias, y luego Basket Case, When I Come Around y She. Épico y maravilloso, una tanda de las canciones de mi niñez. Ya no era mi yo de 31 años, era esa niña de 10 años saltando en la lluvia con sus amigos, recordando lo lindo que era la vida a esa edad, sin preocupaciones ni deudas, ni trabajos, nada de eso, solo música y libertad.
Y llegó Wake Me Up When September Ends, nos rompieron el corazón después de habernos llenado de nostalgia, y juro que casi todos a mi alrededor lloraron o al menos se les arrugó el corazón. Todos hemos perdido a alguien en esta vida, y a todos nos hace falta alguien. Todos tenemos un septiembre.
Luego, como si fuera bíblico Green Day nos hizo resucitar con lluvia, lágrimas, tristeza y música con Jesus of Suburbia, la ópera que nos gritamos de principio a fin. Sabíamos que el fin se acercaba, era cuestión de tan solo un par de canciones.
Fue el turno para Saviors y Bobby Sox. Canciones de su más reciente álbum. Y que sinceramente no estaban en mi must (soy amante de los clásicos, no me juzguen) pero sé que hay jóvenes ahí afuera que AMAN esas canciones, que serán su “Minority” y su “Basket Case” y que amo que sea así. Al final Tré, como suele hacerlo, rompió su batería y la única canción que faltaba no la iba a necesitar.
Los primeros acordes y ya todos estábamos con el ojo aguado (como por quinta vez) y creo que nadie se quedó callado, Good Riddance (Time of Your Life) fue su sello dorado, o verde en este caso. Fue el final perfecto para el concierto perfecto.
Si usted estuvo ahí, no sé qué más pueda decirle, si ya lo sabe todo. Si no fue, pobrecito, se perdió de uno de los mejores conciertos que ha habido en Colombia. Y si puede, vaya a verlos a otro país o tenga fe en que Jesus of Suburbia los traiga de nuevo.
Por mi parte, estoy segura de que los veré de nuevo, ojalá en Colombia otra vez.
Yo tengo que agradecer al amor que me trajo a verlos, ya que casi no vengo, pero que con ese “luego resolvemos” o “No te vas a arrepentir nunca de ir a un concierto” me convenció.
Gracias también a Green Day por darme soundtrack y material para hacer el ridículo aquí y en todas partes cantando como loca (Porque para mi es un flex saberme el American Idiot de principio a fin).
Y gracias a esa niña de 7 añitos, tan terca y obstinada, que decidió un día Green Day iba a ser su banda favorita.
Escrito por: Cristina Cifuentes-Poster: Juan David Castaño-Videos: Fans- Edición video: Lynn Castaño