Ana Sneeringer

Mi práctica artística no es precisamente algo que estoy inventando. En cambio, viene como una llamada interior para pintar mi historia, y quiero vocalizarla a través de mis retratos y figuras. Pinto los derechos humanos con una mujer como representación principal.

Las mujeres en mi arte tienen un carácter fuerte y energía que expresan emociones crudas. Continúan y muestran sus personalidades genuinas y naturales. Mis mujeres representan damas extravagantes y únicas de la vida real, disfrutando o aprendiendo a disfrutar aceptándose a sí mismas como unidad y convirtiendo esta realización en el poder superior del orgullo y el logro.

También incluyo en mi práctica artística un idioma del país en el que vivo en este momento. Actualmente, estoy en la India. Al estar en un país tan versátil, estoy aprendiendo a ir más allá de mi zona de confort en la vida y apreciarme y celebrarme como mujer.

Actualmente me estoy enfocando en cómo los cambios impactan en la vida de las mujeres que se celebran a sí mismas fuera de su zona de confort. Todos nos las arreglamos muy bien en una zona de confort, pero nos encontramos solo para estancarnos o florecer muy lentamente en ese estado. Cuando pierdes tu zona de confort, te quedas con una página en blanco para escribir tu nueva historia. Jugar con temas como autos, plantas, botas, etc. en mi práctica es mi sinónimo de comprender la velocidad, la durabilidad y la fuerza que uno elige en la vida.

En mi última serie Abstract Life, me sumerjo en la comprensión de cómo la mente abstracta refleja un mundo abstracto y objetivado de la naturaleza como un medio para ser explotado. La abstracción a través de mi trabajo figurativo me permite ver con mi mente más profundamente dónde muevo mi cuerpo a través de las poses abstractas para resaltar la pose de poder. Esta serie de arte interpreta la percepción, una desviación de nuestros compromisos con lo que creemos que es la norma y se adentra en un nivel más profundo de cómo sostenemos nuestros cuerpos y la forma física general de un individuo. La postura puede transmitir una gran cantidad de información sobre cómo se siente una persona. No solo eso. La pose específica insinúa confianza, apertura o ser sumiso para vivir.

Las historias detrás de las pinturas significan los cambios en la vida de uno. Cuando pierdes tu zona de confort, te quedas con un lienzo en blanco para pintar tu nueva historia; andar tu andar, y no andar el andar de otro. La vida me recuerda a la vida fuera de la red, la vida en el campo donde las cosas son difíciles y tienes que levantarte temprano para hacer las cosas. Sabes que la vida es así de dura, solo que desde otra perspectiva. Pero, todos necesitamos despertar esa mañana para alimentar a nuestro propio «ganado» para tener otras posibilidades de sobrevivir. Todas esas poses y objetos que he pintado o esculpido para esta serie de arte son sinónimos de la vida poderosa que uno elige vivir.